domingo, 11 de diciembre de 2011

Siente su corazón latir tranquilamente. Camina hacia la playa, en un hermoso atardecer, descalzándose para poder sentir el cosquilleo de la arena que se desliza por entre sus dedos. Mirando el hermoso y relajador paisaje que se encuentra al rededor de ella, sintiendo la brisa que choca en su suave y delicado rostro. Ya el sol se oculta de a poco. Una paz recorre su interior, relajada y aislada de todo -recordando bellos momentos- sonríe. Camina por la costa, dejando que el agua fresca del mar moje sus pies. Lentamente se sienta sobre la arena, abrazando sus rodillas. Mira hacia un punto indefinido en el horizonte. Escuchando el armonioso ruido del océano. Respira profundamente, mientras pareciera que todo su organismo se renovara de ese aire fresco tan natural. -Adora ese lugar, es su preferido- Fue para sentirse tranquila y reflexionar un poco las cosas que ha vivido, buenas y malas. Estira sus piernas, relajándose. El agua que roza sus pies es refrescante. Se siente bien. Mira las olas del mar, que colisionan entre sí. Su cabello liso, vuela con la brisa. Todo pareciera tranquilo, y en su cabeza, una hermosa melodía. Cierra sus ojos, pensando en lo único que más le importa. Sus Sueños. Dejándose llevar por aquellos preciosos deseos. Nada le importa. Sólo alcanzar lo que más quiere. Ella, risueña, abre sus ojos. Mira su alrededor. Mientras una tierna, y tranquila sonrisa se dibuja en su rostro. Pacífica. Luego de su descanso. Sigue su camino, en búsqueda de todos sus sueños, que la hacen mantener en pie. Hacen que viva la vida como a ella le gusta. Y con un solo objetivo, que es llegar a su meta.

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